La persona mayor, ya sea hombre o mujer, como cualquier otra persona, tiene derecho a no padecer trato cruel, abandono, ni abuso psicológico o físico. La Ley 352-98 sobre Protección de la Persona Envejeciente, “la familia, la comunidad, la sociedad en general y el Estado, tienen el deber de garantizar, con absoluta prioridad y efectividad, la protección de los derechos relativos a la vida, la salud, la alimentación, la recreación, la cultura, el respeto de su dignidad, libertad y convivencia familiar y comunitaria”. La Fundación como una manera de llevar alegría a esas personas de la tercera edad, le prepara un almuerzo – fiesta y la donación de abrigos dada la temperatura que impera en diciembre en Constanza.